El agua es un recurso abundante esencial para todos los seres vivientes, incluyendo los seres humanos. Sin embargo, más de 790 millones personas en el mundo carecen acceso a una fuente de agua mejorada, es decir, una red de tubería dentro del hogar. Por ende, más de 2,000 niños mueren a diario por falta de agua potable – ¡más que la combinación del número de muertes causadas por el SIDA, la malaria, y el sarampión!
Como ingeniero ambiental, he pasado la mayoría de mi carrera académica en Tufts preocupado sobre cómo los contaminantes ambientales afectan la salud pública. En los Estados Unidos, por ejemplo, las plantas de tratamiento de agua reducen la mortalidad infantil aproximadamente por dos tercios. No obstante, esta clase de infraestructura centralizada no es factible en países de bajos y medios recursos ya que este tipo de infraestructura es costosa y no es suficientemente flexible para el rápido crecimiento demográfico que se ve en estos países. Dada esta realidad, empecé a preguntarme si existían opciones descentralizadas prácticas y accesibles para el uso de personas en países de bajos recursos.
Gracias a esta curiosidad, viajé a una fábrica en República Dominicana a investigar sobre los filtros cerámicos ya que éstos son generalmente usados para tratar el agua a nivel del hogar. Estos filtros cerámicos tienen poros pequeños (¡0.3 - 0.7 micrones para ser exacto!) que eliminan la bacteria y los protozoos—dos clases de organismos conocidos por causar diarrea. Pude realizar estas investigaciones gracias al programa de investigación independiente de dos años ofrecido por Tufts en el verano llamado Laidlaw Scholars. Este verano investigué en República Dominicana y el verano entrante, llevaré a cabo investigaciones en el laboratorio de Tufts para probar y examinar cómo el filtro cerámico puede mejorar para así poder efectivamente y eficientemente eliminar contaminantes tanto químicos como microbiológicos. Espero poder promover y mejorar el acceso al agua potable a través de esta investigación y asimismo lograr empoderar a demás personas a que vivan vidas más sanas.